Los hígados de pollo tienen que servir para algo: en este caso, paté. Los ingredientes están en la foto. Aclaro que de morrón solo usé la mitad y agregué pimienta y sal.
Dorás la cebolla de verdeo con el morrón, los hígados de pollo, un toque de sal, un chorrito de aceite y una cucharada sopera de manteca. Una vez que los hígados cambian de color, verter en la sartén medio vaso de gancia. Seguir cocinando hasta que reduzca un poco el líquido.
Colocar todo en la licuadora e incorporar dos o tres cucharadas más de manteca. Quedará una mezcla chirla. Colocarla en un bowl hasta que tome consistencia y enfríe. Será entre 4 y 6 hs. Yo lo prefiero de un día para el otro. Untar sobre tostadas y... glup!
Comentarios
Publicar un comentario