Harina 000 (1 kg), 1 sobre de levadura seca (10 g) o 1 cubo de levadura fresca (50 g), 1/2 vaso de aceite neutro, 600-700 cm3 de agua natural, 1 cucharada sopera de sal, 1 cucharada sopera de miel (azúcar).
Antes de empezar, te cuento que uso miel porque la masa queda más crujiente, sea cual sea el método de cocción.
Disolvé la levadura en el agua con la miel, el aceite y la mitad de harina. Dejá reposar entre media y una hora hasta que duplique su volumen. Luego incorporá el resto de la harina con la sal mezclada. Formá un bollo grande, amasalo con cariño hasta que quede liso. Puede ser que necesites un poco de harina extra. Rinde entre 3 y 5 bollos. Yo hago 5, me gusta a la piedra. Dejalos levar de nuevo, cada bollo por separado, hasta que dupliquen su volumen.
Te cuento mi técna para la parrilla: en una pizzera invertida, coloco un chorro de aceite y estiro la masa. Colo la pizzera con la masa hacia abajo sobre la parrilla. Cuando la pizzera se despega de la masa, coloco todos los ingredientes, la tapo con la pizzera y la sirvo cuando la base se ve tostada.
La foto muestra 5 variedades que preparé ayer, veraneando en Sta. Rosa de Calamuchita.
Los sabores: muzzarella y jamón, muzzarella y pancenta, cebolla con hierbas y muzzarella, roquefort y anchoas.
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